La jueza Mariana Irianni fijó la pena, luego de que el fiscal Fernando Castro pidiera 25 años y el abogado defensor 8. Un jurado popular había encontrado al hombre culpable de asesinar de una puñalada a su novia.
Luego de que un jurado popular declarara culpable a Rafael Inglera por el asesinato de Nancy Segura (27), la jueza Mariana Irianni condenó al hombre a 20 años de prisión de efectivo cumplimiento.
La semana pasada, en una audiencia el fiscal Fernando Castro había solicitado a la jueza del Tribunal Oral en lo Criminal N° 3 la pena de 25 años, mientras que el abogado defensor de Inglera, Eduardo Toscano, había pedido la mínima pena posible, de 8 años.
Cabe destacar que el jurado popular, si bien concluyó que Inglera mató a Segura en el marco de una relación violenta, consideraron que existieron “circunstancias extraordinarias de atenuación”, por lo que, a pesar de tratarse de un femicidio, en la calificación legal no quedó reflejada esta situación.
Es que el crimen quedó enmarcado en la duda de si Inglera quiso asesinar a Nancy Segura o si se trató de un desenlace involuntario en el marco de un forcejeo y una “pelea más” que tenía la pareja y para los jurados, finalmente se trató de un “homicidio agravado por el vínculo con circunstancias extraordinarias” de atenuación y no por ser de una mujer cometido por un hombre mediando violencia de género”.
Argumentos de la sentencia
En la lectura de la sentencia, la jueza Irianni evaluó como atenuantes la actitud posterior de Inglera, que llevó a Segura al hospital luego de haberla apuñalado. También consideró como atenuante el contexto en el que la pareja vivía, marcado por el consumo de estupefacientes.
Otro elemento aspecto que tuvo en consideración Irianni fue que Inglera no contaba con antecedentes y que tiene una “conducta de 10” en la cárcel, donde realiza cursos de cultura general, electricidad y de lustrador.
En contra posición, la jueza tuvo en cuenta algunos de los agravantes expuestos por el fiscal Castro, como el lugar y la ocasión del ataque, que al haber sido de noche y en un barrio poco transitado no dejó lugar a que alguien pudiera ayudar a la víctima.
Además, Inglera utilizó un arma en la que era muy hábil, ya que como filetero trabajaba diariamente con cuchillos. La jueza también consideró la mayor fuerza de Inglera en relación a Segura y concluyó que “siempre que un hombre mate a una mujer, hay una violencia contra la mujer“.
Finalmente, Irianni consideró como agravante “la extensión del daño causado” por Inglera, que asesinó a una mujer de 27 años y dejó a dos nenés huérfanos, uno hijo biológico de él.
Con estos argumentos, la jueza condenó a 20 años de prisión a Rafael Inglera y le impuso, también, que hiciera un “ejercicio” de toma de conciencia de su forma de relacionarse con las mujeres y que entregue al respecto un informe cada 6 meses.